El lifting facial, o ritidectomía, es una intervención quirúrgica destinada a corregir los signos visibles del envejecimiento en el rostro y el cuello, como la flacidez de la piel y la formación de arrugas profundas, proporcionando una apariencia más juvenil y revitalizada.
Durante el lifting facial, se realizan incisiones estratégicas, generalmente alrededor de las orejas y la línea del cabello, para acceder y tensar los músculos subyacentes, eliminar el exceso de piel y redistribuir la grasa facial. Este proceso permite restaurar los contornos faciales y mejorar la firmeza de la piel. La cirugía suele durar entre 2 y 4 horas y puede realizarse bajo anestesia local con sedación o anestesia general, según las necesidades del paciente y las recomendaciones del cirujano.
Hospitalización
Tiempo de Cirugía
Tipo de Anestesia
Recuperación
Tras la intervención, es común experimentar hinchazón y hematomas, que generalmente disminuyen en las primeras dos semanas. Se recomienda reposo relativo durante los primeros días, evitando actividades físicas intensas y siguiendo las indicaciones médicas para el cuidado de las incisiones. La mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas después de 2 a 3 semanas, aunque la recuperación completa puede extenderse durante varios meses.
Personas que presentan signos evidentes de envejecimiento facial, como piel flácida, arrugas profundas y pérdida de tono muscular en el rostro y el cuello, y que desean mejorar su apariencia. Es esencial gozar de buena salud general, no tener condiciones médicas que puedan interferir con la cicatrización y mantener expectativas realistas sobre los resultados.
Los resultados de un lifting facial pueden durar entre 5 y 10 años, dependiendo de factores como la genética, el estilo de vida y el proceso natural de envejecimiento.
Las incisiones se realizan en áreas discretas, como alrededor de las orejas y la línea del cabello, lo que permite que las cicatrices sean poco visibles y se disimulen con el tiempo.
La mayoría de los pacientes experimentan molestias leves a moderadas, que pueden ser controladas con analgésicos prescritos por el cirujano.
Generalmente, se recomienda esperar entre 2 y 3 semanas antes de retomar actividades cotidianas, evitando esfuerzos físicos intensos durante el primer mes.
El Dr. Francisco Javier Quintero Segura es cirujano plástico en el IJCR, especializado en cirugía estética facial y corporal.
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